La cirugía de las hernias discales se realiza bajo anestesia general. Dura entre 1 hora y 1,5 horas y requiere de 1 a 4 días de hospitalización.
El paciente se coloca en una mesa quirúrgica especial en forma de Z. Se tumbará boca abajo.
Se practica una incisión cutánea de 4 a 5 cm en el centro de la espalda. A continuación, el neurocirujano procederá a extirpar los músculos de la hernia discal. Esto le permite llegar al espacio entre las dos vértebras (interlaminal).
Una vez abierto este espacio, el disco herniado y la raíz nerviosa comprimida son finalmente visibles. A continuación, el cirujano comprueba que la raíz nerviosa esté libre. Con unas pinzas especiales, extrae el disco herniado. También se extirpa gran parte del disco para minimizar el riesgo de recidiva postoperatoria. Finalmente, la incisión se cierra con grapas o puntos separados.