En cuanto a la anestesia, durante la consulta, el propio anestesista informará al paciente de los riesgos anestésicos. El hecho de poder recurrir a un anestesista perfectamente competente, que ejerce en un contexto verdaderamente quirúrgico, hace que los riesgos incurridos sean estadísticamente muy bajos.
Es importante saber que las técnicas, los productos anestésicos y los métodos de vigilancia han progresado enormemente en los últimos treinta años, ofreciendo una seguridad óptima, sobre todo cuando la operación se realiza fuera de una urgencia y en una persona en buen estado de salud.
En cuanto a la intervención quirúrgica: al elegir un Cirujano Plástico cualificado y competente, formado en este tipo de operaciones, usted limita al máximo estos riesgos, sin por ello eliminarlos por completo.
De hecho, pueden producirse complicaciones durante un lifting de la cara interna de los muslos, que es uno de los procedimientos más delicados de la cirugía plástica y estética.
Entre estas posibles complicaciones, cabe mencionar
– Accidentes tromboembólicos: medidas preventivas: uso de medias antitrombóticas, levantamiento precoz, eventualmente tratamiento anticoagulante.
– La aparición de un hematoma, que de hecho es bastante rara, puede justificar una evacuación para evitar el riesgo de alterar la calidad estética del resultado.
– La aparición de una infección se previene mediante una higiene pre y postoperatoria rigurosa hasta la cicatrización completa.
– Un derrame relacionado con el flujo linfático y la infiltración de grasa. La compresión y el reposo son las mejores formas de prevenirlo.
– Es posible un retraso en la curación
– Necrosis cutánea: es mucho más frecuente en los fumadores, sobre todo si no se ha respetado estrictamente el abandono del tabaco.
– Alteraciones de la sensibilidad: la sensibilidad normal suele reaparecer entre 6 y 12 meses después de la operación.