Lipofilling facial en Túnez : Lipoestructura por inyección de grasa

• El lipofilling facial en Túnez no es un procedimiento doloroso. Por lo tanto, el dolor experimentado no es muy importante. La recuperación física suele ser rápida.

  En las 48 horas siguientes a la operación aparece un edema (hinchazón). Suele tardar entre 5 y 15 días en desaparecer*.

  En una operación de lipofilling facial en Túnez, también pueden aparecer hematomas en las zonas inyectadas en las primeras horas tras la intervención. Suelen desaparecer al cabo de entre una semana y 20 días*.

  Se recomienda evitar exponer las zonas operadas al sol durante el primer mes.

El lipofilling facial en Túnez es una intervención que puede dedicarse a varias categorías de personas y a diferentes grupos de edad. Este procedimiento está en plena expansión en los últimos años y esto por lo que ofrece como resultado fiable y exitoso. Además, esta cirugía facial no es dolorosa ni complicada, la vuelta a la vida normal es inmediata; la desaparición de la hinchazón y los hematomas puede tardar entre 7 y 14 días como máximo. El lipofilling facial en Túnez es un procedimiento sencillo que ofrece resultados que no pasan desapercibidos. Sin embargo, es esencial y primordial escuchar a su médico y ver el resultado esperado en 3D antes de embarcarse en el procedimiento y estar seguro de que el resultado esperado va bien con la forma de su cara.

Hombres o mujeres, adultos o ancianos e incluso jóvenes, las inyecciones de grasa están cada vez más extendidas por lo que ofrecen en términos de aspecto estético como correcciones de diversos defectos de flacidez o descolgamiento. 

Una persona con un rostro delgado puede someterse a una lipoestructura facial para conseguir una forma redondeada, por ejemplo, manteniendo las líneas de Nefertiti.

Una persona obesa o con sobrepeso puede tener un rostro delgado, por lo que el lipofilling facial en Túnez es la solución ideal para dar ánimo y un buen aspecto y adaptar el rostro a la silueta.

Las mujeres con edad y después de la menopausia pueden tener las mejillas y las cejas caídas. Se dice que las inyecciones de grasa son una forma eficaz de borrar arrugas y líneas de expresión al dar volumen al rostro y pueden durar más que los tratamientos estéticos repetitivos.

Los hombres también pueden recurrir a la lipoestructura del rostro, sobre todo para pasar de una forma ovalada a una cuadrada.

Las zonas para el lipofilling facial en Túnez son determinadas por el cirujano tratante caso por caso. Cada zona de la cara tiene su propio enfoque, con pequeñas diferencias en las técnicas y el uso de instrumentos. Este tratamiento suele realizarse en combinación con un lifting facial para conseguir una piel más joven. He aquí algunos puntos generales para las zonas de la cara que se inyectan con más frecuencia:

Frente, cejas y sienes: Las inyecciones que se administran son subcutáneas, intramusculares o submusculares, y suelen realizarse a través del nacimiento del pelo. Las sienes muy hundidas pueden requerir hasta 8 ml a 15 ml de grasa.

Glabela/Nariz: Las zonas más comunes a tratar en esta región incluyen las arrugas del entrecejo o para camuflar la joroba de la espalda. Sin embargo, cualquier irregularidad alrededor de la nariz puede tratarse. 

Zona periorbitaria: Esta zona del valle de lágrimas es técnicamente difícil, la inyección de grasa se realiza con una pequeña cantidad de grasa inyectada. 

Labios: La grasa sólo se introduce en el nivel más superficial (justo debajo de la mucosa).

Mejilla: La corrección de la ptosis en las mejillas se realiza inyectando grasa en la región malar y cigomática para que una mejilla caída pueda recrear la apariencia de una mejilla llena y redonda. 

Surco nasogeniano: El rejuvenecimiento facial mediante lipofilling de los surcos nasogenianos profundos ofrece un aspecto más joven y fresco.

Mandíbula y mentón: el injerto de grasa en esta zona puede utilizarse para corregir un mentón débil o para remodelar la línea de la mandíbula. 

• Un hematoma que puede requerir una evacuación rápida.
  Lesiones cutáneas localizadas o necrosis, responsables de un retraso en la cicatrización (el riesgo de que esto ocurra aumenta considerablemente con la intoxicación por tabaco).
  La infección es excepcional.
  Lesión nerviosa: la lesión de una rama del nervio facial, que puede provocar paresia o incluso parálisis facial, es excepcional y las secuelas suelen desaparecer en unos meses. Aún más raramente, puede producirse una parálisis del nervio espinal (nervio para elevar el hombro).
  A veces pueden persistir alteraciones de la sensibilidad, sobre todo en las proximidades de las cicatrices alrededor de las orejas, aunque la sensibilidad suele volver a la normalidad en un plazo de 3 a 12 meses.
  Las cicatrices anómalas, hipertróficas o incluso queloides, de aspecto y evolución imprevisibles, pueden comprometer el aspecto estético del resultado y requerir tratamientos locales específicos que pueden prolongarse.
  En definitiva, no hay que sobrestimar los riesgos, sino simplemente ser consciente de que una operación quirúrgica, incluso aparentemente sencilla, siempre entraña un pequeño riesgo.
  Recurrir a un cirujano plástico cualificado garantiza que posee la formación y la competencia necesarias para evitar estas complicaciones, o para tratarlas eficazmente en caso necesario.