El diagnóstico preimplantacional (DGP) es la única prueba de cribado genético clínicamente válida basada en la secuenciación masiva de nueva generación. Es la prueba más completa y precisa que existe.
El DGP es una opción para las parejas cuya descendencia tiene un alto riesgo de desarrollar una enfermedad hereditaria grave.
El diagnóstico genético preimplantacional (DGP) es un examen genético del embrión antes de su implantación en el útero. Para ello, se extraen determinadas células del embrión unos cinco días después de la fecundación y se examinan genéticamente. La extracción de estas células no suele dañar al embrión. A continuación se seleccionan los embriones que no están afectados por el cambio genético investigado para transferirlos al útero de la mujer.
Aunque no haya problemas de fertilidad, la inseminación artificial (FIV/ICSI) sigue siendo necesaria para el DGP a fin de poder examinar los embriones en el laboratorio.