La fecundación in vitro es un procedimiento bastante complejo que se desarrolla en varias etapas:
– Estimulación ovárica: Se administra a la mujer un tratamiento hormonal diario para estimular la secreción hormonal de los folículos. La respuesta al tratamiento se controla mediante ecografía. La estimulación ovárica controla el crecimiento folicular para garantizar la obtención de un número suficiente de ovocitos maduros, listos para la fecundación.
– Recuperación de ovocitos : Este paso se realiza bajo anestesia (general o local), entre 34 y 36 horas antes de la extracción de ovocitos. Se controla mediante ecografía. El médico localiza los ovocitos maduros para extraerlos mediante una aguja y un pequeño tubo introducido en la vagina. A continuación, los ovocitos se seleccionan en el laboratorio. El esperma suele recogerse el mismo día. Si se ha recogido antes, se descongela unas horas antes de la fecundación.
– Punción folicular: Los ovocitos y espermatozoides recogidos se reúnen el mismo día. La fecundación tiene lugar en medios de cultivo con una composición similar al entorno natural de las trompas de Falopio. A partir de este momento no es necesaria ninguna intervención, el proceso de fecundación se produce espontáneamente.
– Transferencia de embriones: mediante un fino catéter, el médico transfiere y deposita el embrión en el útero de la mujer, donde se desarrollará gradualmente. Esto tiene lugar aproximadamente entre 2 y 5 días después de la punción.